Para asistir al profesional del diseño que recién comienza o que está cursando sus últimas materias y ya inicia alguna actividad en el mercado, es que se presenta este material que establece pautas claras, al momento de enfrentarse a un cliente potencial o real. A los diseñadores, todos los aspectos administrativos de una empresa les generan un enorme rechazo. Desde la difícil e inevitable tarea de conseguir clientes hasta la pesada contabilidad de su estudio. Dada la reiterada situación donde los alumnos y los no tanto, se consultan a diario sobre cuánto cobrar tal o cual pieza gráfica, la necesidad de ponderar lo imponderable (el trabajo creativo) y la imposibilidad de cuantificar tiempos que de antemano no se saben, es que se encaró este libro basado en experiencias personales, laborales y docentes, en un saber popular y una amplia investigación del medio. No se pretende con este manual generar un tarifario, sino presentar algunas herramientas y brindar algunos indicadores que ayuden a presupuestar un trabajo teniendo en cuenta los ítems a cuantificar, para asegurar los réditos y la inversión realizada en cada producción. También revela la relación con los proveedores, los medios y el cliente con quienes todo va bien hasta que hablan de plata; pero de eso se trata en definitiva, de hablar de plata, porque diseñar es lo que eligieron como profesión, pero si esa profesión no les permite pagar sus cuentas, salir de vacaciones, hacer un regalo, gratificarse en definitiva, entonces ejercer esa profesión deja de tener sentido.